Un día como cualquiera, un padre de una familia adinerada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito que su hijo viera cuan pobre era la gente que vive en el campo.
Estuvieron pasando todo el día y la noche en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje, ya de regreso a casa, el padre le pregunta a su hijo:
Padre: ¿Qué te pareció el viaje?
Hijo: Muy bonito, papà
Padre: ¿Viste lo pobre que puede ser la gente?
Hijo: Si
Padre: ¿Y qué aprendiste?
Hijo: Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cinco. Nosotros tenemos una piscina larga hasta a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la muralla de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. Ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia, tú y mi mamá tienen que trabajar todo el día y casi nunca los veo.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo, y su hijo agregó:
Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!!!
6 comentarios:
Me encantó la entrada. y por supuesto que te puedo ayudar. Mandame un correo a aleja-gt13@hotmail.com de que deseas :) Cdt ♥
AWW Que linda historia!
Y muy cierto:)
que bonita la historia .__. pense que el chico no iba a aprender e iba a ser de esos chicos que egfuyegbf ya me entiendes(? xD pero wo me deja muda hasta a mi
¡Mas franco, directo y acertado no podria ser este niño! ¡que bueno que el papá aprendio la leccion! ¡saludos! :)
olasss!!
Te dejo un premio en mi blog ;)
me quede sin palabras, muy lindo el relato, realmente me gusto mucho, ojala existieran mas personas que pensaran igual que ese niño
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